jueves, 17 de diciembre de 2015

Alto el Pando 2.027 m.-Vidrieros -Valle de Pineda-Montaña Palentina




Alto el Pando 2.027 m.

Vidrieros -Valle de Pineda

Montaña Palentina

(Siempre que regresas a la montaña encuentras algo diferente e interesante)

“Sensaciones en la cima”


15 de diciembre de 2015
La ruta es sencilla y se inicia en el pueblo de Vidrieros. Tomamos el camino del Valle de Pineda. Caminamos dejando el río Carrión a la derecha, pasamos el refugio de los pescadores, y a un kilómetro tomamos una pista ancha que está a la izquierda. Comenzamos a ascender hasta llegar al Alto del Pando. Bajamos al refugio y por la pista hasta la Iglesia de Vidrieros. Se puede hacer a la inversa

Recorrimos 12 km.

Caminantes:  Manolo, Luis, Alberto, y Teo.




De nuevo nos sorprende, es el Pico Espigüete, sientes que su energía vibra, que  emerge su figura con una fuerza interna, como si quisiera superar a las nubes y crear otro caos armónico en la montaña palentina.






“Sensaciones”

 R Alto el Pando 2.027 m.

Vidrieros -Valle de Pineda

  Hemos alcanzado lo más alto del "Alto el Pando". Aparece ante nuestra presencia lejana, la enorme mole de piedra caliza empapada de cielo oscuro. Es la silueta del Pico Espigüete que nos hechiza y sientes que su energía vibra y que emerge su figura oscura con una fuerza interna como si quisiera superar a las nubes y crear otro caos armónico en la montaña palentina.

        Y el cielo está hosco y apenas salen unos rayos de luz. Llovizna, lo esperábamos y nos protegemos con los chubasqueros. Ascendemos por un camino ancho y cómodo.  Manolo habla de las cárcavas, expresión que yo ignoro y que son pequeños surcos horizontales que se hacen sobre el suelo de la pista para protegerla cuando llueve. Y más adelante nos habla del canchorral, que también desconozco su significado y que son esos bloques de rocas sueltas en situación inestable y que se anda muy mal sobre ellas.

Es una marcha tranquila, relajante y nos dejamos sorprender por los simples encantos naturales; robles y abedules desnudos, el arrendajo con ese grito ronco de tono alarmante que provoca curiosidad y fascinación. Y choca encontrar en esta época otoñal de diciembre esa variedad de colores, verdes, marrones anaranjados, amarillos que aparecen a lo largo de la ladera.  Difícil es imaginar la aparición de la paloma de piedra, es un interrogante, pero ahí está, al fondo sobre la ladera.

Al final un buen "finito", cervecitas, verdejos y a disfrutar de la buena gastronomía casera del “Restaurante el Molino” de Vidrieros y de la larga y amigable sobremesa.
Y por la tarde aclaró.



 Hemos alcanzado lo más alto del Alto el Pando y aparece ante nuestra presencia lejana, la enorme mole de piedra caliza empapada de cielo oscuro. De nuevo nos sorprende, es el Pico Espigüete



Y nos choca encontrar en esta época esa variedad de colores, verdes, marrones anaranjados, amarillos que aparecen a lo largo de la ladera

Abedules desnudos


Pintura abstracta ? Lo dejamos a la interpretación de cada uno.

Y es difícil de imaginar la aparición de la paloma de piedra, es un interrogante, pero ahí está, al fondo sobre la ladera.

Hemos alcanzado lo más alto del Alto el Pando y aparece ante nuestra presencia lejana, la enorme mole de piedra caliza empapada de cielo oscuro. De nuevo nos sorprende, es el Pico Espigüete, sientes que su energía vibra, que emerge su figura oscura con una fuerza interna, como si quisiera superar a las nubes y crear otro caos armónico en la montaña palentina


Iglesia de Vidrieros

Y había sed. Agua fresca de Vidrieros. Al fondo el Curavacas

Las Canchas de Ojeda visto desde Vidrieros. Uno de los picos que hemos ascendido últimamente.

                                                   Iglesia de Vidrieros y Curavacas.

Es una marcha tranquila, relajante y nos dejamos sorprender por los simples encantos naturales

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