jueves, 25 de junio de 2015

- la senda de los rojos- EN TORNO A LA SENDA DE LOS ROJOS





Montaña Palentina

(Siempre que regresas a la montaña encuentras algo diferente e interesante por pequeño que sea)

“Sensaciones en la cima”


24 de junio  2015
La ruta no tiene gran dificultad.
Recorrimos 14 km.
La ruta la hacemos circular. Partimos del Mirador del Puerto de  Piedrasluengas,  carretera Cervera a Potes Km 27, tomamos la Senda de los Rojos caminando entre hayas y robles, alcanzamos del Collado de Pelapotros, a la derecha Peña Brez, llegamos hasta el alto del collado que nos permite ver entre otros pueblos Caloca y Vendejo y por supuesto la Liébana y Picos de Eurropa; regresamos a Camasobres por el arroyo de las Congosturas, donde habíamos dejado otro coche y comemos en la Posada.

Caminantes: Manolo, Luis, Alberto y Teo


 


“Sensaciones”


EN TORNO A LA SENDA DE LOS ROJOS

La luz  cae sobre los racimos colgantes de la "dedalera" y aparece el púrpura intenso en sus cartuchos. ¡Fantástico¡ me ha sorprendido su originalidad, su forma y su color; desconocía esta planta, "la dedalera", su típica flor; gracias Luis que me la has señalizado he podido contemplarla y fotografiarla.
          Son pequeños detalles ante la majestuosidad de estos parajes. Al fondo los imponentes picos rocosos “Picos de Europa”; Hay valles poblados de hayas y robles con una diversidad de colorido que impresiona gratamente al paseante más exigente; caminamos bajo la sombra de sus hojas por la senda de los rojos que a veces abandonamos; alcanzamos el collado de Pelapotros. Aprovechamos las veredas aéreas que hay entre los brezos y escobas. Ahí está el mostajo, dice Alberto y aquí están los  arráspanos, replica Manolo, que es el arándano común de las arandaneras. A la derecha queda la Peña Brez, pasamos por campos desbrozados, arriba  un chozo; alcanzamos el alto del collado, tenemos más cerca los “picos”, los tocamos; ahí está Caloca, arriba el boquerón, más abajo el pueblo de Vendejo, Cahecho, Peña Sagra al  fondo.
         Nos dirigimos a Camasobres; al frente, la fortaleza del Peñalabra, Tresmares y Cuchillón. Bajamos por el valle y arroyo de las Congosturas; al frente el Carazo y la Horca de Lores.        Abetos, un sorprendente gran espino árbol, brezales, la genciana, enebrales rastreros, vacas ratinas, el chozo del ahorcado, el mostajo que sale de la roca, el famoso pinar de boletus de Casavegas y el tiburón roca.
         Ya vemos el Monte Troncos, abajo la espadaña de la Iglesia de Camasobres.











Al fondo los imponentes picos rocosos “Picos de Europa”; Hay valles poblados de hayas y robles con una diversidad de colorido que impresiona gratamente al caminante más exigente;




caminamos bajo la sombra de sus hojas por la senda de los rojos que a veces abandonamos;



Ahí está el mostajo, dice Alberto










La luz  cae sobre los racimos colgantes de la dedalera y aparece el púrpura intenso en sus cartuchos. ¡Fantástico¡ me ha sorprendido su originalidad, su forma y su color;





Al fondo "  los picos"















aquí están los  arráspanos, replica Manolo, que es el arándano común de las arandaneras


La genciana




el mostajo que sale de la roca,



un sorprendente gran espino árbol


Abetos

El chozo del ahorcado


el tiburón roca. Se ve ?


vacas ratinas


la fortaleza del Peñalabra, Tresmares y Cuchillón.


espadaña de la Iglesia de Camasobres.


miércoles, 17 de junio de 2015

LOS BOSQUES ENCANTADOS DE SANTIBAÑEZ DE RESOBA Y PINEDA



Montaña Palentina,  Valle Estrecho

(Siempre que regresas a la montaña encuentras algo diferente e interesante por pequeño que sea)

“Sensaciones en la cima”


17 de Junio  2015

Una ruta sencilla y relajante. Sales del pueblo de Santibáñez de Resoba, asciendes hasta lo más alto del collado, y cruzas el bosque y desde la Collada del Cargadero te asomas al Valle de Pineda.
Unos 13 km.
Los paseantes: Luis, Alberto, Manolo, Otto y Teo.










LOS BOSQUES ENCANTADOS  DE SANTIBAÑEZ DE RESOBA Y PINEDA



          Y la perra  que parió recientemente nueve cachorros nos acompaña en la marcha; es del pueblo de Santibáñez, se llama “Selva” es cariñosa, prudente y  está contenta con nuestra compañía y nosotros con ella.
         Y un buitre silencioso nos observa desde lo alto de la roca y tres corzos saltan por el alto de la collada. Unas vacas marrones que son de raza asturiana,  dejan de pastar para mirarnos con intriga y curiosidad;  los gamones silvestres ya han perdido sus flores y ha quedado el fruto agrupado en racimos, algunos todavía tienen en su cresta alguna flor. Aprovechamos para fotografiarlos. 
Lástima, no hemos visto a la osa con sus dos crías que dicen que anda por estos bosques. 
        Y bajo este cielo azul, compartimos el mismo hábitat y disfrutamos de la naturaleza respetando la independencia que a cada uno nos caracteriza.
      Hemos ascendido desde el pueblo de Santibáñez de Resoba a lo más alto de la Collada del Campo; a la izquierda el macizo rocoso de Peña Escrita, a nuestra espalda las Peñas de Saruno – me informa Otto- , el Gigante dormido y la Peña Redonda.
       Caminamos por un bosque de robles; ahí está el chozo de La majada Vieja y como dice Manolo, está rodeado de sauco que sembraron nuestros mayores, ya que es un buen repelente de los mosquitos. Muy cerca, las escobas gigantes albar; dice mi hermana Ascen, que por aquí también se las llama retama.
      Subimos a lo más alto del collado, aparece el Cargadero y observamos el cordal de cumbres más espectaculares de la Montaña Palentina, El Espigüete,  el Curavacas, Pico Murcia y nos sorprende gratamente la belleza de los campos multicolores del Valle de Pineda.





Muy cerca, las escobas gigantes albar




No es de muy buena calidad el video, pero ahí le he puesto.




Iniciamos la marcha





Y un buitre silencioso nos observa desde lo alto de la roca, foto de abajo



A la izquierda el macizo rocoso de Peña Escrita,



El pueblo de Santibañez de Resoba








Unas vacas marrones que son de raza asturiana,  dejan de pastar para mirarnos con intriga y curiosidad;


Caminamos por un bosque de robles;




Intercambiamos pareceres


A nuestra espalda las Peñas de Saruño – me informa Otto- , y la Peña Redonda



Ahí está el chozo de La majada Vieja y como dice Manolo, está rodeado de sauco que sembraron nuestros mayores, ya que es un buen repelente de los mosquitos.







Los gamones algunos todavía tienen en su cresta alguna flor, aprovechamos para fotografiarlos


   
Los gamones silvestres ya han perdido sus flores y ha quedado el fruto agrupado en racimos, al fondo el Pico Espigüete.





En la montaña, a veces bajas antes de subir




Y de nuevo entramos a otro bosque


“Selva” es cariñosa, prudente,  se la ve contenta con nuestra compañía y nosotros con ella.


Fantásticos colores


El ascenso se hace más suave en medio de esta vegetación


  Y nos sorprende gratamente la belleza de los campos multicolores del Valle de Pineda.







Fantástico, nos sorprende la belleza de los campos multicolores del Valle de Pineda.