sábado, 16 de noviembre de 2013

Paseo por Cervera y el Valle de Tosande y el siguiente domingo "Los siete picos de Manolo" Que publicamos a continuación de esta






Paseo por la Montaña Palentina
Nadie se presentó a la marcha

(Siempre que regresas a la montaña encuentras algo diferente e interesante por pequeño que sea)




 “Sensaciones en la cima”

3 de noviembre 2013

A las nueve de la mañana del domingo, caminas por las calles de Cervera. No hay nadie, nadie, nadie. El sol ilumina los tejados y sus rayos quieren adentrarse en los soportales. Colores vivos en las fachadas, son marrones, rojos, amarillos y azules. Silencio. No hay nadie, nadie, nadie. La plaza vacía, los coches dormitando. La soledad te llena de júbilo y antes de ir al valle de Tosande, caminas por las calles de Cervera, siguen vacías y los rayos de sol iluminan las columnas de los soportarles. Y bajo un arco contemplas los escudos de la Casa de los Leones. El cielo muy azul y   las piedras de sillería del ayuntamiento aparecen iluminadas. Caminas, y al fondo, como una gran pirámide, asoma nuestro Pico Almonga entre el edificio de Víctor y el Resbalón. Y sigues caminando, ahí está la vegetación, el verde de los pinos que rodean a la casa rural del Molino de Valdesgares. Imaginas cómo saltan las truchas salmonadas de las agua del Río Rivera. Y hacemos un pequeño ascenso y atrás queda el edificio de la Cruz Roja y  Peña Robledo.
No tengo prisa por caminar, no tengo que llegar a ningún destino, todo el tiempo es mío y de nuevo una mirada hacia atrás y contemplo la tranquilidad de estar. ¡Qué voy a buscar si lo tengo aquí ¡ Y mi retina se resiente ante las paredes blancas del nuevo cementerio que choca con el verde de nuestras montañas. Pero hay agua clara, chopos verdes, la casa de D. Carlos en medio de la vegetación, el castillo poblado de pinos, los verdes de la vega de Cervera y sus casas cada vez más iluminadas, asoman entre los chopos.
Y tomo el camino que lleva a la Tejada de Tosande y a tu derecha parece que tocas al imponente Pico Almonga. Más allá, al fondo, otro mítico, el Pico del Curavacas. Ahora el camino es estrecho, helechos, acebos, encinas y robles, abajo, la antigua mina de antracita de Don Felipe. Ya estamos en Tosande, aquí están las hayas y los tejos milenarios. Observas a estos tejos y te sorprenden sus grandes  músculos elípticos, retorcidos  que vienen de arriba abajo, palanquean y  se agarran con fuerza en la tierra.
Cruzas el valle de Tosande y asciendes al collado por lo que llamamos “el camino de los ciegos” y atrás ves la Peña Horacada con sus hayas y tejos. Al otro lado, de nuevo aparece el pico Almonga, el Parador, el pantano y el pueblo de Ruesga. Te regeneras en el Bar de Juanón y por “el alto” llegas a la Iglesia de Cervera.


 Y así se pasó la mañana del domingo y el ordenador una semana roto.




Colores vivos en las fachadas, son marrones, rojos, amarillos y azules. 





Silencio. No hay nadie, nadie, nadie. 


El sol ilumina los tejados 



El sol ilumina los tejados y sus rayos quieren adentrarse en los soportales.


 Y bajo un arco contemplas los escudos de la Casa de los Leones.



y   las piedras de sillería del ayuntamiento aparecen iluminadas. 


Caminas, y al fondo, como una gran pirámide, asoma nuestro Pico Almonga entre el edificio de Víctor y el Resbalón.



 Y sigues caminando, ahí está la vegetación, el verde de los pinos que rodean a la casa rural del Molino de Valdesgares.



Imaginas cómo saltan las truchas salmonadas de las agua del Río Rivera. 



el castillo poblado de pinos, los verdes de la vega de Cervera y sus casas cada vez más iluminadas, asoman entre los chopos.



la casa de D. Carlos en medio de la vegetación


y a tu derecha parece que tocas al imponente Pico Almonga.



Ahora el camino es estrecho, helechos, acebos, encinas y robles,


Helechos


Las encinas



Y yo veía un mono orangután........


Observas a estos tejos y te sorprenden sus grandes  músculos elípticos, retorcidos  que vienen de arriba abajo, palanquean y  se agarran con fuerza en la tierra.



Dicen que solo las hembras del acebo tienen fruto............


Y el parador de Cervera


La Iglesia de Cervera, "Nuestra Señora del Castillo"


Nuestros pájaros









La Iglesia de Cervera en todo su esplendor.


La Biblioteca.................








Pico Almona, Pico del Té, Pico de los Navajos, Las Cruces y dos más.

Paseo por la Montaña Palentina

(Siempre que regresas a la montaña encuentras algo diferente e interesante por pequeño que sea)



 “Sensaciones en la cima”





10 de noviembre 2013


Paseo marcha de los siete picos con los montañeros Gelo, Marisa, Marichu, Raúl, Manolo y Teo. Fue sencilla, emotiva y llena de colores otoñales de las hayas y los robles.
Caminas tranquilo con los bastones, con la vara sobre la mano y ves desde lo alto como la niebla flota sobre los árboles junto al pico Cirigüeñal.
Estamos en la cima del Pico Almonga y bajo un azul intenso recorres el resto de los picachos, que no es broma, es un machaca piernas. Aprovechas para contemplar de nuevo el Valle de Tosande, los picos de los Novios, has cogido agua en Valdefuentes y bajas por el camino  de la mina a Ruesga  para que Manolo entregue el agua santa de Valdefuentes a su tío nonagenario Juanón. Y después de un pequeño refrigerio llegamos por “el alto” a Cervera.



 Y así se pasó la mañana del domingo y el ordenador seguía una semana más roto.



Colores otoñales







Los rayos del sol iluminan a los roles y hayas del pico


Y pisábamos las hojas secas del otoño.


Colores otoñales




 y ves desde lo alto como la niebla flota sobre los árboles




Ruesga y su pantano



El Parador de Cervera


Cervera,  la vega y el castillo con los pinos


Y estábamos en el Pico Almonga





Nos acercábamos a la cima del Pico del Té




Y había unas figuras en la roca






Pico de los Navajos


El Valle de Tosande y al fondo los Picos de los Novios.


Y que decimos del Pico Curavacas


Pues subiamos a otro pico.


El fresno en medio de los hayas


Los colores otoñales.