miércoles, 21 de agosto de 2013

PICO ESPIGÜETE 2.451 M. ( Cara sur) Montaña Palentina



(Siempre que regresas a la montaña sientes y encuentras algo diferente e interesante por pequeño que sea)

“Sensaciones en la cima”

20 de agosto 2013

·         La  primera vez que subimos por la cara sur y se disfruta de un paisaje fantástico.
·         Iniciamos la marcha en el pueblo de  CARDAÑO DE ABAJO 1.310 M. Cara sur, pedrera.
Por el camino a tres km se encuentra un hito y se inicia el ascenso guiándote por los hitos, encuentras la pedrera, la evitas cuando puedes y alcanzas la cima.
·         5 horas- 13 Km. Dificultad media-alta. En invierno alta. Hay que estar un poco preparados y antes haber ascendido a otras pequeñas cumbres.
       
Seis  montañeros.: Manolo, Luis, Javi, Juan y los dos Teos.

CLUB DE PESCA Y MONTAÑA RIVERA-PISUERGA-CERVERA DE PISUERGA-


Amanece, y el sol en la primera hora de la mañana proyecta rayos de colores brillantes sobre la roca de la cumbre del Espigüete. Son piedras doradas, es el oro de este paisaje lleno de fantasía, que en breves momentos lo ha convertido el gran alquimista sol. Aprovechamos el momento para obtener fotografías doradas.


Observamos las sombras frías de las pequeñas colinas convertidas en pájaros voladores. 



PICO ESPIGÜETE 2.451 M.



Amanece, y el sol en la primera hora de la mañana proyecta rayos de colores brillantes sobre la roca de la cumbre del Espigüete. Son piedras doradas, es el oro de este paisaje lleno de fantasía, que en breves momentos lo ha convertido el gran alquimista sol. Aprovechamos el momento para obtener fotografías doradas.
Contemplamos el paisaje que vamos dejando en la lejanía. Observamos las sombras frías de las pequeñas colinas convertidas en pájaros voladores. Disfrutamos de los diferentes bosques, que desde lo alto, parecen montañas acolchadas. Un efecto de contraste simultáneo producen las aguas de los pantanos de Camporredondo y Compuerto, así como los prados verdes iluminados.
Olvidados del esfuerzo que supone el golpear nuestras botas sobre las piedras de “la pedrera”, alcanzamos las rocas calizas de la cima. Y en la lejanía, aparece el inmenso pantano de Riaño con su puente. Y girando sobre nosotros mismos, en su plenitud, toda la montaña palentina  resguardada por el fortín de los Picos de Europa. Todo lo queremos retener en nuestra retina y nuestras cámaras fotográficas no descansan.
En el ascenso como en el descenso vamos recreándonos, “de manera rápida”, de la rica y variada flora de nuestra montaña: angélicas, amargosos, sanguinarias, valerianas, té, enebros y abajo en el bosque, robles, hayas avellanos...
Hemos retomado el camino de regreso, y en el silencio, oímos unos cracs, unos  repiqueteos, dice Manolo, son los chasquidos de las vainas de las escobas, que por efecto de la temperatura del sol, explotan, revientan y esparcen las semillas sobre la tierra.
¡Ah¡ se me olvidaba. Hay unos canalillos o canaletos, que van de arriba abajo muy marcados sobre la roca, hay quien habla de la fuerza del agua, del viento. Al parecer la “leyenda” dice que son las huellas de las garras de los últimos osos que ascendieron al Espigüete.

Ya nos encontramos en la civilización y nos tomamos nuestro enriquecimiento vitamínico en el mesón de Triollo y en el nuevo Mesón de Vidrieros cerca del Curavacas.



Todo lo queremos retener en nuestra retina y nuestras cámaras fotográficas no descansan.


Son piedras doradas, es el oro de este paisaje lleno de fantasía, 


Son piedras doradas, es el oro de este paisaje lleno de fantasía, 


 Aprovechamos el momento para obtener fotografías doradas.


Había camiones de té en el ascenso del Espigüete.


Y las sombras convertidas en pájaros siguen volando

Evitamos la pedrera en lo que podemos


Observamos las sombras frías de las pequeñas colinas convertidas en pájaros voladores.




¡Ah¡ se me olvidaba. Hay unos canalillos o canaletos, que van de arriba abajo muy marcados sobre la roca, hay quien habla de la fuerza del agua, del viento. Al parecer la “leyenda” dice que son las huellas de las garras de los últimos osos que ascendieron al Espigüete.


Y también había margaritas.


Y poco a poco se va alcanzando la cima, ya falta menos


Ya tenemos la cumbre a nuestro alcance.


La piedra caliza del Espigüete es testigo de nuestras andanzas


Y girando sobre nosotros mismos, en su plenitud, toda la montaña palentina  resguardada por el fortín de los Picos de Europa.


Y girando sobre nosotros mismos, en su plenitud, toda la montaña palentina  resguardada por el fortín de los Picos de Europa.


Ya en la cumbre es un éxtasis de colores en el horizonte.


Y en la lejanía, aparece el inmenso pantano de Riaño con su puente. 


Se cumbrea en la bajada


Ya nos encaminamos hacia la pedrera


Es una bajada en la que puedes ir disfrutando de un fantástico paisaje


Nos arrimamos a la pared para ir más seguros e ir por la sombra.


Enebro


Amargoso


Hemos retomado el camino de regreso, y en el silencio, oímos unos cracs, unos  repiqueteos, dice Manolo, son los chasquidos de las vainas de las escobas, que por efecto de la temperatura del sol, explotan, revientan y esparcen las semillas sobre la tierra.

lunes, 5 de agosto de 2013

PEÑA REDONDA 1.996 M. - AÑO 2013-




Montaña Palentina
30 Aniversario  año 2013

(Siempre que regresas a la montaña encuentras algo diferente e interesante por pequeño que sea)

“Sensaciones en la cima”

4 de agosto 2013

·         La travesía no es complicada, pero se requiere una pequeña  preparación de montaña, pues hay que salvar 1.000 m. de desnivel,  pero que poco a poco se obtiene el fruto, ya que la Sra Felisa de Traspeña con 87 años subió hace tres años.
       
Homenaje a nuestra querida y admirada Sra. Felisa





Esto decíamos el  1 /8/2010 en nuestro blog “sensacionesenlacima”

“La Sra. Felisa a sus 87 años alcanza la cumbre de la Peña Redonda. Observamos su último recorrido. De cuerpo menudo, un poco encorvada, paso enérgico, decidido,  un pequeño bastón en su mano derecha que apenas usa, pañoleta estampada sobre la cabeza, vestido bata verde claro, camisa verde alegre, de su hombro cae una bolsa amarilla con sus viandas, la visera colgada se balancea, pantalones azules, botas chirucas de montaña. Su aptitud es envidiable, sube, asciende, camina con su mirada puesta en el suelo, se incorpora, descansa. Ya está en la cima, firme, no está fatigada, la rodeamos, hay mucha gente, jóvenes, no tan jóvenes de los pueblos de la comarca, éramos multitud, nos interesamos de su experiencia, ella es muy comunicativa, diríamos dicharachera, habla y habla, la sacamos alguna foto, alardea de su vitalidad, ojos vivos, mirada de pilla, palabra de experiencia sabia. La escuchamos, la adulamos, se autoestima, se la ve con energía positiva, se siente alagada; dice, estos colores sonrosados de mi cara es fruto de un saludable buen vaso de vino en las comidas; tiene ilusión, se la ve activa, nos pregunta si habrá misa, la gusta ser escuchada. Felisa, la Sra. Felisa, la de Traspeña, la hermana de Martín, que ha subido por la senda del obispo a la Peña Redonda,”

·         Desde San Martín 2 horas


Seis  montañeros.: Marichu, Carmen, Manolo, Tomás,  Teo H. Teo B.

CLUB DE PESCA Y MONTAÑA RIVERA-PISUERGA-CERVERA DE PISUERGA-



PEÑA REDONDA 1.996 M.



En cualquier rincón de la Montaña Palentina por el que caminas,  encuentras en lo más simple, la garantía de percibir “sensaciones” fantásticas y te sorprende  la  agradable información que recibes sin buscarla,
Andas,  charloteas con los compañeros  y en la exigencia de esfuerzo, cuando se empina la montaña, te refugias en el silencio.
Atrás ha quedado el pueblo de San Martín de los Herreros, la fuente colorada, la antigua mina de hierro, las camperas de la Braña. Atraviesas un paisaje salvaje de hayas cargado de abundantes hayucos. Hay hayas enormes, muy grandes de hasta ocho patas. Alcanzas el collado de los Llanos y observas el fruto rojo del amargoso y gracias a la sabiduría de la naturaleza que tiene Manolo, nos comenta, aparte de informarnos de otras muchas plantas, que es uno de los alimentos favoritos del oso.
Una ojeada a lo alto. Desde este ángulo, la peña muy “redonda”, es una bella obra tallada por la fuerza del agua y el viento.
Ya estamos en la cima celebrando el primer ascenso oficial a esta peña. Es un pretexto más, pues hemos venido más años. La condición atmosférica es fantástica. Un cielo azul intenso. Al fondo, sobre el valle, la niebla flota suspendida en diferentes formas, hace que fantaseemos y al estar baja, nos permite contemplar todas las cimas de la cordada de Fuentes Carrionas. Un vistazo a la cara sur, colores varios, verdes, ocres de los sembrados del valle de la Peña y un pequeño pantano en Recueva.
Wifredo convoca a todos para que nos coloquemos bajo la gran cruz, algunos encaramados por su entramado interior y saca la  foto oficial de los montañeros.




Nos juntamos con más compañeros de Cervera


Al fondo, el imponente Pico Curavacas


Atraviesas un paisaje salvaje de hayas cargado de abundantes hayucos. 


Hay hayas enormes, muy grandes de hasta ocho patas



Al fondo, sobre el valle, la niebla flota suspendida en diferentes formas, hace que fantaseemos y al estar baja, nos permite contemplar todas las cimas de la cordada de Fuentes Carrionas.


observas el fruto rojo del amargoso y gracias a la sabiduría de la naturaleza que tiene Manolo, nos comenta, aparte de informarnos de otras muchas plantas, que es uno de los alimentos favoritos del oso.



Ya estamos alcanzando  el collado de los Llanos


Un azul cielo intenso cerca del collado de los Llanos


Chica, ya queda menos para alcanzar el Collado de los Llanos


Pequeña satisfacción, ya está ahí la cruz.


Un vistazo a la cara sur, colores varios, verdes, ocres de los sembrados del valle de la Peña y un pequeño pantano en Recueva.


La cruz cada vez más cerca, algunos encaramados por su entramado interior 


algunos encaramados por su entramado interior 


Reponiendo fuerzas


Que tranquilidad


Aquí ya estamos todos los de Cervera


Abajo nos esperan para la foto oficial de Wifredo


Fotógrafo, fotografiado



Wifredo convoca a todos para que nos coloquemos bajo la gran cruz, algunos encaramados por su entramado interior y saca la  foto oficial de los montañeros.



Ahí estamos


Había traído un "reserva", ahora un farias



Ya estábamos dispuestos para bajar.


Despedidas


Bajamos por la cara norte.


Por fin encontramos la sombra


Atraviesas un paisaje salvaje de hayas cargado de abundantes hayucos